NO, DON JOSÉ...
Estudié la ESO en un colegio de curas, bastante conservador. Don José, además de ser el único con verdadera vocación, hacía una vez al mes, más o menos, de algo así como mi guía espiritual. Sus charlas (obligatorias), que no solían durar más de media hora, solían tratar temas como el más allá, el amor, y la sexualidad (nunca nombrada con esas palabras). No llegué a compartir un solo pensamiento con él, pero tampoco le llevé la contraria porque me daba pena. Al ver mi carita de buena sus ojos se encendían con algo así como esperanza, y yo me sentía bien asintiendo a lo que me contaba y haciendo ver que sus consejos me servían; Don José es muy buen hombre.
Una vez, en una de sus charlas, Don José intentó advertirme de la maldad de la vida sexual para algo más que no fuera la procreación. Me dijo que esas chicas que vestían de formas probocativas eran unas pecadoras, y que para ellas sería mucho más fácil caer y hacer caer en la tentación del sexo. Me advirtió de que los hombres (y más en aquellas edades) sólo buscaban a las mujeres para abusar de ellas, para complacerse sexualmente, y que provocarlos sería nuestra perdición. "Los hombres son sexuales, y las mujeres sentimentales. Cada uno tiene su papel aquí...", vino a decir Don José.
No han pasado muchos años, pero he aprendido bastante más sobre el tema. No sé si sería capaz de debatir a Don José, pero tengo muy claro que sus palabras estaban engañadas. La mujer no es más sentimental que el hombre. Es más, tengo mis dudas al decir que tampoco es más sexual. Tenemos necesidades. ¿Y qué? Al fin y al cabo todos somos humanos, todos sabemos lo que sentimos.
No, Don José, no creo que todas busquemos un príncipe azul. Y todavía creo menos que lo busquemos para que nos diga "te quiero". No se engañe, Don José...
Una vez, en una de sus charlas, Don José intentó advertirme de la maldad de la vida sexual para algo más que no fuera la procreación. Me dijo que esas chicas que vestían de formas probocativas eran unas pecadoras, y que para ellas sería mucho más fácil caer y hacer caer en la tentación del sexo. Me advirtió de que los hombres (y más en aquellas edades) sólo buscaban a las mujeres para abusar de ellas, para complacerse sexualmente, y que provocarlos sería nuestra perdición. "Los hombres son sexuales, y las mujeres sentimentales. Cada uno tiene su papel aquí...", vino a decir Don José.
No han pasado muchos años, pero he aprendido bastante más sobre el tema. No sé si sería capaz de debatir a Don José, pero tengo muy claro que sus palabras estaban engañadas. La mujer no es más sentimental que el hombre. Es más, tengo mis dudas al decir que tampoco es más sexual. Tenemos necesidades. ¿Y qué? Al fin y al cabo todos somos humanos, todos sabemos lo que sentimos.
No, Don José, no creo que todas busquemos un príncipe azul. Y todavía creo menos que lo busquemos para que nos diga "te quiero". No se engañe, Don José...
2 comentarios
pilarr -
ainho -